Hay muchos que creen que defendiendo la despenalización de la prostitución están dignificando y profesionalizando a la mujer que está en la prostitución. Pero legalizar la prostitución como un trabajo no supone dignificar a la mujer. Es común escuchar que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo, sin embargo, la prostitución es la forma de violencia y degradación hacia la mujer más antigua del mundo.
En Holanda, la legalización supone la autorización de todos los aspectos de la industria del sexo: las mujeres mismas, los llamados ”clientes” y los proxenetas, quienes bajo el régimen de la legalización se han convertido en hombres de negocios del sector servicios y en legítimos empresarios sexuales. La legalización convierte los prostíbulos, clubes, salones de masaje, y otros en lugares donde el comercio del sexo prospera de forma legal y con pocas restricciones.
En contra de lo que afirmaban las reivindicaciones que señalaban que la legalización de la prostitución iba a regular y controlar la expansión de la industria del sexo, la industria del sexo representa ahora un 5% de la economía de Holanda. Durante la última década, después de que el proxenetismo y los prostíbulos se legalizasen en Holanda en el año 2000, la industria del sexo se ha expandido un 25%. A cualquier hora del día, mujeres de todas las edades y razas son expuestas y puestas en venta para el consumo masculino en los conocidos escaparates de los prostíbulos y clubes de Holanda. La mayoría de las mujeres provienen de otros países y probablemente una gran mayoría ha sido víctima de trata.
Otro de los argumentos que defendía la despenalización de la prostitución en Holanda era que iba a ayudar a acabar con la prostitución infantil. La realidad, ha mostrado lo contrario, ya que la prostitución infantil en Holanda ha aumentado dramáticamente durante la década de 1990. La Asociación de Ámsterdam ChildRight estima que la cifra ha aumentado de 4.000 niños en 1996 a 15.000 en 2001. Al menos 5.000 de los niños que están en la prostitución provienen de otros países, de los cuales un número importante son niñas nigerianas.
Con la llegada de la legalización en los países que han despenalizado la industria del sexo, muchos hombres que no se habrían arriesgado a comprar una mujer para tener sexo, ahora ven la prostitución como algo aceptable. Creemos con certeza que cuando las barreras legales desaparecen, también desaparecen las sociales y éticas con respecto al hecho de tratar a las mujeres como productos. Hay un gran peligro, y es que la legalización de la prostitución supone enviar el mensaje a las nuevas generaciones de hombres de que las mujeres son productos sexuales, y de que la prostitución es una forma de diversión sin riesgo.
Suecia, puede ser un ejemplo para nosotros. En este país la prostitución es vista como lo que es: violencia contra las mujeres, vulneración de los derechos humanos y de la igualdad de género y una barrera que frena la lucha contra la trata de personas. Al poner las leyes en práctica se han descubierto numerosas mejoras, y tanto la prostitución en la calle como el número de hombres comprando sexo disminuyó en un 50%. Muchas mujeres empezaron a buscar otros trabajos y ahora Suecia posee el porcentaje más bajo de trata de personas en toda la UE. Este modelo debe ser nuestra meta, un modelo que persigue al consumidor y lucha contra mafias y redes.
Está claro que no hay ninguna ley que en sí misma vaya a solucionar el problema de la trata de personas, por desgracia siempre habrá hombres que estarán dispuestos a arriesgarse y comprar. Pero si cada país fuera adoptando este modelo se podría crear una gran región en el que los tratantes y las mafias no tengan espacio para sus sucios “negocios”. Hemos visto claramente, y las estadísticas así lo confirman, que cuando la prostitución se hace legal aumenta el porcentaje de organizaciones criminales y de trata de personas.
Y es que no podemos olvidar que se estima que entre el 80 y el 90% de las mujeres no son prostitutas si no mujeres prostituidas, mujeres que están siendo obligadas a hacerlo y que no están ejerciendo por voluntad propia.
Alcemos nuestra voz, concienciemos a nuestro alrededor.
La prostitución es el lugar donde más víctimas de trata encontramos. Presionemos a medios de comunicación, legisladores, artistas y a la sociedad entera. Hagamos entender que la prostitución está relacionada y fomenta de manera directa la degradación de la mujer, la esclavitud sexual de nuestro siglo y la violación de numerosos Derechos Humanos.
Referencias:
http://www.apramp.org/Upload/DOC64_diez-razones-para-no-legalizar.pdf
Seo-Young Cho, Axel Dreher and Eric Neumayer – Does legalized prostitution increase human trafficking?
Fin de la Esclavitud 