España 9 – México 91.

Hace tan sólo unos días algunos periódicos de nuestro país nos sorprendieron con noticias en portada con titulares como “Los jueces firman 9 condenas por delitos de trata en 2 años”.

Nuestra reacción fue contradictoria. Por un lado nos alegramos de que en portada pudiéramos leer noticias de tal alcance, que, al menos, informan, aportan datos y testimonios de la trata en nuestro país. Pero por otro lado, nos entristecimos de gran manera al comparar el número de condenas por delito de trata en España con otros países como México.

Al consultar con Rosi Orozco ex Diputada Federal de México e integrante de la ONG “Comisión Unidos vs Trata”, nos sorprendió el número de condenas en México, 91, comparadas con las 9 de España. Según ella misma apuntó “México DF y Chiapas son buen ejemplo de esto. Es clave la atención de las víctimas desde el operativo hasta su reinserción”

 Las sentencias condenatorias, son necesarias y son necesarias YA.

No sólo es responsabilidad de jueces y magistrados traer justicia y luz ante estas situaciones, si no que también necesitamos un juicio social ante estos delitos que ocurren delante de nuestros ojos.

Nueve  condenas en tan sólo dos años, siendo España uno de los principales países de tránsito y/o destino para las víctimas de trata. Debido a la complejidad del asunto, no se dispone de unas cifras exactas, de la magnitud de esta violación de los Derechos Humanos en nuestro país. Se estima al menos 18.000 mujeres son víctimas de trata con fines de explotación sexual CADA AÑO en nuestro país, y esto es sólo la punta del iceberg.

Desde el año 2009, en España se han producido cambios legislativos relativos sobre la lucha contra la trata de personas, tales como la adopción del Plan Integral de Lucha contra la Trata de Seres Humanos con fines de explotación sexual; la introducción del artículo 59 bis en la reforma de la Ley Orgánica 4/2000; la tipificación del delito de trata de forma autónoma e independiente de otros delitos en el Código Penal,; o la firma del Protocolo Marco de protección de las víctimas de trata de seres humanos por representantes de varios Ministerios (más conocido como protocolo de Palermo).

Ha transcurrido algo más de 2 años desde la entrada en vigor de la última modificación del Código Penal, que introdujo el artículo 177 bis, dedicado a tipificar el delito de trata de seres humanos- Sólo dos sentencias de las Audiencias Provinciales de Madrid y Barcelona, de 26 de diciembre de 2012 y 26 de noviembre de 2012, respectivamente, son las primeras en España que aplican el nuevo delito de trata de seres humanos del Código Penal.

El 17 Mayo en Nueva York tuvo lugar una reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, donde de manera especial, se puso el enfoque en la Trata de Personas a nivel mundial.

Según los datos aportados por la ONU aún falta mucho por hacer.

Las tasas de condenas son bajas, la recopilación de datos sigue siendo un desafío por la complejidad del delito y 39 Estados miembros todavía deben ratificar el Protocolo contra la Trata de Personas. El apoyo a las víctimas sigue siendo inadecuado ya que no existe debida financiación para dar asistencia integral y apoyo a las víctimas de todo el mundo.

Los avances realizados en la lucha contrala trata de personas en estos últimos años han sido enormes; con las últimas reformas legislativas podemos afirmar que se ha conseguido mucho, para la persecución del autor del delito y para la protección de las víctimas. Sin embargo, las cifras muestran que aún no se han conseguido desarrollar las herramientas necesarias que permitan detectar, de manera eficaz, a las víctimas y ofrecerles la necesaria protección.

La trata de personas, conocida como la esclavitud del Siglo XXI, atenta frontalmente contra estos valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico, y por ello, debemos hacer presión. No sólo entra en juego la legislación, sino que nosotros también debemos gritarlo a nuestra sociedad.

De nada servirán los cambios legislativos, si nosotros no alzamos nuestra voz por las víctimas. Aún queda mucho por aprender, y por hacer. Sigamos luchando, por el FIN DE LA ESCLAVITUD.

Fuentes:

http://www.unodc.org

http://www.tomalapalabra.periodismohumano.com

¿Cuántos esclavos trabajan para ti?

Como ya referimos en post anteriores, la Trata de Seres Humanos se da en diferentes formas, entre ellas la Esclavitud Laboral.

La primera imagen que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de esclavitud es la de aquellos esclavos que existieron hace unos siglos. Sin embargo, la esclavitud sigue presente HOY y lo más impactante es que existen hoy más esclavos en el mundo que nunca antes en la historia de la humanidad.

Millones de mujeres, niños y niñas y hombres de todo el mundo se les obliga a vivir como esclavos.  Si bien a esta explotación no se le llama esclavitud, las condiciones son las mismas. A las personas se les vende como a objetos, se les obliga a trabajar por salarios irrisorios o sin salario y viven a merced de sus “empleadores”.

La esclavitud contemporánea adopta diferentes formas y afecta a personas de todas las edades, géneros y razas.

La esclavitud, existe hoy día pese a que está prohibida en la mayoría de los países donde se practica. También, la prohibe la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 y la Convención Suplementaria sobre la Abolición de la Esclavitud, la Trata de Esclavos y las Instituciones y Prácticas Análogas a la Esclavitud, de 1956.

¿EN QUÉ CONSISTE LA ESCLAVITUD?

La esclavitud tiene características que la distinguen de otras violaciones de los derechos humanos. Es decir, a un esclavo:

  • Se le obliga a trabajar – mediante amenazas psicológicas o físicas;
  • Se le convierte en propiedad de un “empleador”, generalmente mediante maltrato físico o mental o mediante amenazas de maltrato;
  • Se le deshumaniza y se le trata como a una mercancía, o se le compra y vende como a una “pertenencia”;
  • Se le limita físicamente o se le impone restricciones a su libertad de movimiento.

EL TRABAJO FORZOSO

El trabajo forzoso es cualquier tipo de trabajo o servicio que un individuo debe realizar contra su voluntad, bajo la amenaza de castigo.  Casi todas las prácticas de esclavitud, incluidos el trabajo en condiciones de servidumbre por deudas y la trata de personas, implican cierto grado de trabajo forzoso.

El trabajo forzoso afecta a millones de hombres, mujeres, niñas y niños en el mundo entero y se detecta principalmente en las industrias de uso intensivo de mano de obra y/o poco reguladas, tales como:

  • la agricultura y la pesca,
  • el servicio doméstico,
  • la construcción, la minería, la explotación de canteras y la fabricación de ladrillos,
  • la manufactura, el procesamiento y envasado,
  • la prostitución y la explotación sexual comercial,
  • el mercado comercial y actividades ilegales.

Según el INFORME DE LA TRATA DE PERSONAS JUNIO DE 2012: “La OIT calcula que el 55% de las víctimas del trabajo forzoso son mujeres y niñas, al igual que el 98% de las víctimas de trata por comercio sexual”

Existen tres formas principales de trabajo forzoso:

a. El trabajo forzoso impuesto por el Estado con fines económicos, políticos o de otro tipo.

b. El trabajo forzoso vinculado a la pobreza y la discriminación en los países en desarrollo.

c. El trabajo forzoso derivado de la migración y la trata de personas en todo el mundo, a menudo relacionado con la globalización.

(Fuente: OIT. Una alianza global contra el trabajo forzoso: Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Ginebra: OIT, 2005)

Varios casos resaltados en la prensa el año pasado, arrojaron luz sobre algunas empresas que en el pasado publicitaron sus credenciales de comercio justo, pero de las cuales se descubrió que no habían hecho un esfuerzo a fondo por conocer su cadena de suministro ni por vigilarla con regularidad para verificar que en ninguna parte del proceso hubiera trabajo forzoso. Ya sea que los productos provengan de África o de Latinoamérica, o que las prendas de vestir estén confeccionadas con telas de algodón de África Occidental o de Asia Central, las empresas deben asumir la responsabilidad de verificar su cadena de suministro completa.

Para hacernos una idea de la magnitud del problema, queremos plasmar unos datos recogidos en el informe que el Defensor del Pueblo presento hace unos meses llamado “La trata de seres humanos en España: víctimas invisibles”:

Distribución de los trabajadores forzosos objeto de trata por regiones – Número de personas en situación de trabajo forzoso como consecuencia de la trata:

Asia y el Pacífico 1.360.000

Países industrializados 270.000

América Latina y el Caribe 250.000

Oriente Medio y África del Norte 230.000

Países en transición 200.000

África Subsahariana 130.000

Total mundial* 2.450.000

(*) Nota: El total indicado no coincide con la suma de los componentes debido al redondeo. Fuente: SAP-FL.

TRABAJAN PARA TI

El trabajo forzoso está sustentado en un Sistema Económico mundial donde el “primer mundo” es el principal beneficiario. Los países centrales son aquellos que marcan las reglas del juego, los que ostentan el poder y los que obtienen sus ganancias a través de la mano de obra barata y de la explotación de la población de los países periféricos y semiperifericos.

Es decir, gracias a la globalización (léase con ironía), todo lo que compramos está realizado con productos cuya materia prima proviene de en un país, se modificó en otro, se trabajó en el hemisferio opuesto y acabó usándose donde viven los ricos, si, si, donde vivimos los ricos. Por eso nuestra ropa viene de Tailandia, China, Marruecos, Pakistan..

Pero no sólo es con la ropa, es con todo. Aunque creamos que nuestros muebles, esos que nos han costado tan baratos porque los montamos nosotros mismos y tienen un diseño muy nórdico, vienen de Suecia, estamos equivocados, vienen de China, y puedes comprobarlo en la etiqueta de ese cojín que todos tenemos, bueno, que todos los ricos tenemos.Parece mentira, pero existen esclavos en nuestro siglo y muchos de ellos trabajan para los países centrales, para este sistema, para nosotros.

A continuación puedes evaluar cuántos son los esclavos que trabajan para ti, cuál es la huella de esclavitud que estás dejando. A través de esta aplicación “Slavery footprint”  puedes ver como tu estilo de vida está sustentado en el trabajo forzoso de muchas personas alrededor del mundo. La aplicación es muy dinámica, divertida y amena,  pero no olvides por un momento qué estás evaluando.

Te animamos a hacerlo, a ver cuántas personas te están sirviendo y a que una vez que sepas esto puedas marcar un impacto, un cambio y acabar con la esclavitud de nuestro siglo.

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